De vuelta...

Hoy escribo de nuevo tras haber estado 6 días con mi familia y amigos.
Esta debería ser una entrada feliz por haber visto a la gente que quiero y reencontrarme con viejos amigos, pero no fue así. Esta vez vuelvo con una sensación extraña en mi interior. Cada vez bajo con menos ganas y es que en el fondo allí no hay mas que problemas, salvo excepciones.
Todo empezó genial con el cumple de un amigo, de risas como en los viejos tiempos. Conocí a las dos novedades en mi caso (cosa que me hizo mucha ilusión y he de dar el visto bueno) y lo mejor, estaba con mis amigos como si no hubiera pasado el tiempo.

       

Pero con el trascurso de la semana empecé a ver cosas que no podían hacer sentirme feliz. Ver injusticias, como hoy estas arriba y mañana quien sabe, duele mucho. No, eso no me ha pasado a mi, pero si en mi entorno y la verdad que entristece.
Por otro lado tampoco me enorgullece como empezó mi fin de semana. Reconozco que ya estaba bastante tenso por cosas que rodean una parte de mi vida en Madrid y puede que perdiera los papeles, pero ver ciertas cosas y que me dijeran otras tantas no me sentaron nada bien.
Espero que si lo lees, me escucharas bien lo que te dije y que si necesitas algo aquí estoy.

Y bueno, al día siguiente, reunión con mi otro grupo de amigos. Conocí la casa de Alberto que espero poco a poco se vaya llenando y después cenita con mi Triple Interminable (un capricho antes de seguir dándole duro al entrenamiento), un par de gin tonics y a dormir que cogía el vuelo muy prontito.

Lo que escribo aquí no significa que odie aquello ni mucho menos. Sólo quiero cerrar los ojos y que todo esté donde estaba hace un año.